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La Superliga no tira la toalla y celebra la libertad de organizar competiciones

La empresa A22 Sports no comprende que el abogado de la Unión Europea admita la condición de monopolio de la FIFA y de la UEFA, siendo empresas privadas

por Tomás González-Martín

El combate está complicado, el rival va ganando a los puntos gracias a sus influencias y a un orden establecido que perdura inamovible desde hace 77 años, cuando el Real Madrid ganó la primera Copa de Europa e hizo grande a la UEFA, pero quedan unos cuantos asaltos para dar la vuelta a la tortilla. El veredicto definitivo de la Unión Europea se conocerá en marzo y hay que trabajar hasta entonces para hacer entender la postura de los clubes que quieren una Superliga. Es la postura de la empresa A22 Sports, promotora de esa competición, ante el informe no vinculante emitido hoy por Athanasios Rantos, abogado general del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, organismo que debe emitir su fallo ante la demanda presentada por A22 Sports, que solicita la libertad de organizar competiciones en el continente europeo así como denuncia la posición de monopolio de la FIFA y de la UEFA en el fútbol continental.

La Superliga, apoyada por tres grandes colosos del balompié mundial, que son el Real Madrid, el Barcelona y la Juventus, ha conseguido un punto de partida importante: tiene la libertad de organizar toda clase de competiciones en Europa, como dicta la libertad de mercado que rige la filosofía de la UE. Sin embargo, no comprende que el abogado general del Tribunal de Justicia admita que la FIFA y la UEFA ejerzan como monopolio y tengan derecho de veto cuando son organizaciones privadas que se arrogan una representación continental y de naciones que realmente no tienen. 

La UEFA admite que son un monopolio y no actúa

El análisis emitido por el abogado del Tribunal continental no es determinante, pero los informes previos se suelen cumplir en la Unión Europea en el 78 por ciento de los casos. Y lo que la Superliga no comprende es que el abogado del Tribunal de Justicia admita el poder omnímodo de UEFA y FIFA y especifique que ambas tienen derecho de prohibir que los clubes disputen las ligas nacionales si esos equipos organizan otro torneo continental distinto a los clásicos que conocemos. No entiende A22 Sports, presidida por el alemán Reichart, que la UEFA pueda tener derecho de veto para decidir quién juega o no, tanto las competiciones continentales como en las ligas. Es una concesión excesiva del Tribunal de Justicia europeo que viola la normativa que dirige la UE. 

La futura Champions es aleatoria

Muchos piensan ahora que la Superliga ha perdido la batalla en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, pero A22 Sports considera que no es así. Como punto de salida, el hecho de reconocer la libertad para organizar competiciones abre un campo muy grande. ¿Se imaginan ahora que 40 clubes europeos organizan una Superliga en dos grupos de 20, con octavos de final, cuartos de final, semifinales y final, además de jugar también una Copa a doble partido entre ellos como segundo torneo? Es factible.

La UEFA debe abrirse a negociar

Esa apertura de posibilidades obliga a que ambas partes negocien el futuro de las copas europeas con otro formato mucho más atractivo y rentable. La Superliga lleva tiempo deseando hablar con Ceferin para analizar estos torneos y hacer otro proyecto. Pero el presidente de la UEFA, apoyado por el PSG y por el fútbol inglés, se ha cerrado en banda y todo lo que ha hecho es unir a diversos ámbitos del fútbol para enfrentarse a la empresa A22 Sports. Tendrán que hablar, porque la espita que abrió este campo fue ese firmato creado por Ceferin que transformará la Champions en una primera fase con diez partidos ante rivales aleatorios, a los que un equipo se podrá enfrentar en casa pero no después a domicilio. Es un concepto de torneo extraño que además puede ser injusto porque no se enfrenta a los mismos enemigos en casa y fuera a la vez. La Superliga está abierta a dialogar, pero el dictamen emitido ayer por el abogado general puede provocar, como ha ocurrido hasta ahora, que Ceferin no escuche a los demás. Será un error, porque muchos equipos que no se atrevieron a quedarse en la Superliga piensan que esa futura Champions es también un error y no lo dicen. La Liga de campeones va peor y hay que tomar cartas en el asunto.

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