La Unión Europea se creó para acabar paulatinamente con todos los monopolios de los mercados estatales y abrir los mercados a la competencia privada y si la UE es fiel a los principios que pregona debe dar puerta libre a la creación de la Superliga.
Bernd Reichart, consejero delegado de la Superliga, fue recibido por Ceferin en la sede de la UEFA y generó una encerrona a los tres directivos de A-22 que acudieron a una cumbre solicitada por ellos mismos. Allí se encontraron con Tebas, con Al-Khelaifi, con Miguel Ángel Gil y otros 32 representantes del fútbol europeo. Y en su cara les dijo que la idea de la Superliga quería ser negociada con la UEFA para que fuera la sustitución de la Champions con los mismos sistemas abiertos de clasificación que hoy existen.
La Superliga la jugarían 20 equipos en dos grupos de 10, de manera que habría una liga de 18 partidos. Ocho clubes de cada grupo se clasificarían para disputar luego los octavos de final, los cuartos de final, las semifinales y la final, de manera que la competición tendría hasta 25 partidos para los finalistas.
Lo que solicita la Superliga con este proyecto es que la UEFA diera un gran sitio a los encuentros de la Copa de Europa y peleara para reducir fechas de las selecciones, con partidos amistosos que solo sirven para dar dinero a las federaciones. En el mismo sentido, con el paso del tiempo y un análisis tranquilo, las Ligas deberían reducir sus equipos de 20 a 18 clubes en Primera División, porque es cierto que hay conjuntos de muy poco nivel en la mayoría de los casos. Pero este sería un litigio a largo plazo. Lo importante es que es cierto que Europa necesita una Superliga.
Reichart se encontró a una UEFA que no buscaba el diálogo sino hacer una exposición de fuerza ante el proyecto encabezado por el Real Madrid, la Juventus y el Barcelona. De todos modos, Bernd Reichart, Anas Laghrari y John Hahn, representantes de A-22, la empresa que dirige el proyecto de la liga europea, manifestaron que representan a muchos más clubes y grupos de futbolistas. Porque no olvidemos que muchos dirigentes nunca se han borrado del proyecto, aunque se escondan y se escuden detrás de Florentino Pérez.
Los directivos de la Superliga han defendido la libertad de mercado del fútbol en la Unión Europea. Es una dilema para la UE, pues debe permitir la libertad de mercado ante las presiones que ejerce la UEFA y sus aliados para que todo se mantenga como está. La libertad de mercados que exige la demanda judicial presentada por la Superliga es un órdago a la grande que examina a los estatutos de la UE.
El 15 de diciembre veremos cómo el abogado general del Tribunal Europeo de Justicia emite un avance del caso con una opinión que no será vinculante respecto al veredicto final. Si no es vinculante no entendemos para que esta parafernalia. La sentencia válida llegará en la primavera de 2023.