Dani Ceballos se ha ganado a pulso un protagonismo que debió disfrutar mucho antes. Clase, actitud, visión de juego, liderazgo, condiciones físicas y recursos técnicos a raudales que ahora ha podido explotar cuando ha recibido una serie constante de partidos. Inolvidables sus dos goles decisivos en Vitoria, con Zidane, que después no recibieron el premio de más minutos en el equipo. Aquel pase continuo a la reserva le impidió lucir antes sus virtudes y su capacidad para ser importante en el Real Madrid.
La verdad es que no hubo una buena relación entre el entrenador francés y el centrocampista sevillano y esa falta de feeling provocó que no tuviera el sitio que el utrerano se merecía. Ahora, por fin, Ceballos ha podido demostrar su valía en el conjunto blanco. Los cánticos del público coreando su nombre han sido el remate de una meritocracia que va a tener correspondencia en su futuro en la casa.
Ya comenzó a destacar la temporada pasada. La grave lesión sufrida en los Juegos Olímpicos le dejó seis meses sin competir y cortó una evolución tan constante como ascendente. Como todo futbolista, necesitaba una continuidad de partidos para demostrar y en cuanto los ha tenido ha dejado claro que tiene calidad, energía física y capacidad defensiva para formar parte del centro del campo madridista.
Ceballos ha observado que puede tener importancia en el Real Madrid y ha decidido que quiere seguir en la entidad. A sus 26 años debe elegir el contrato que marque el tramo fundamental de su carrera y ha expuesto a sus apoderados que desea permanecer en el Real Madrid y triunfar en el club blanco. Así se lo han dicho su representantes al club y el proceso está en marcha. Los dirigentes han constatado con hechos que es un futbolista relevante en la plantilla y también anhela su renovación. Los dos están de acuerdo en sus pretensiones y solo falta concretar un acuerdo.
Contrato por cuatro años
La dirección deportiva del Real Madrid le va a ofrecer un contrato por cuatro años. Recibirá una mejora económica de sus emolumentos. Ceballos no ha puesto ningún obstáculo económico y el pacto debe sellarse pronto si las condiciones persisten tal y como están encauzadas.
Su familia era conocida en Utrera por tener un negocio de churros. Dani sabe lo que es ganarse la vida y el fútbol desde abajo hasta arriba. Siempre fue un mediocampista de clase, con muchos recursos y a eso añadía una preparación física excelente. Su musculatura es fibrosa y su constitución delgada aportaba todo lo necesario para sacar provecho de ella, pero Dani tiene otra virtud que es fundamental para militar en el campeón de Europa.
Posee liderazgo, es un jefe, sabe mandar a un equipo. Pases perfectos, cambios de orientación y esa obsesión por recibir la pelota y tenerla para repartir juego. Cree en sí mismo y lo demuestra. Esa arrogancia deportiva para querer el balón y dirigir un equipo es crucial. Y lo está demostrando en el Real Madrid.
Su posición natural le indica que debe actuar en el puesto de Modric, pero también puede jugar en el otro interior así como media punta si el encuentro lo exige. Tiene calidades para hacerlo bien en bastantes posiciones. Y en diversos partidos ha realizado dos misiones distintas.
Ceballos y Camavinga son dos hombres claves las rotaciones del medio del campo madridista y Ancelotti está contento por tener este fondo de armario que saca a la luz constantemente, hasta convertirse en esencial en el once titular. Las bajas les han permitido expresar todas sus posibilidades.
Realmente, Ceballos es todo un fichaje, una nueva adquisición en el tramo decisivo del curso. En el tercio final de la temporada pasada ya jugó magníficamente. Lo hizo en varios de los partidos clave de la Champions y también en la final, enseñando su sabiduría para forzar faltas y tomar el tempo del encuentro cuando era necesario.
La cesión en el Arsenal potenció aún más su condición física y un cuidado de sus condiciones, una preparación perfecta que ha persistido en el tiempo. Dani es un jugador inteligente, pero también es una persona inteligente, que observa bien las cosas de la vida. Reflexivo, analista, tranquilo, sabe ver el bosque y no se queda en el primer árbol. Cuando llegó al Real Madrid y vio la organización al más alto nivel, valoró ese salto hacia lo más grande del fútbol. Así se lo decía a sus allegados. Y pensó que ese era el sitio para confirmar su valor.
Ceballos lo demuestra dentro y fuera del campo. Suma un ramillete de características espléndidas para saber lo que debe hacer en el Real Madrid. Va a renovar. Muy bueno para el Real Madrid y muy bueno para él, porque su clase necesita expresarse en un equipo que siempre sale a crear, a atacar. Es su lugar ideal. Y la afición lo recalca con sus ovaciones. Ya puede decir que el Bernabéu corea su nombre. Pocos pueden decir eso.